Bienvenidos de camino a la locura

Espero que les guste el blog y disfruten visitándolo tanto como yo haciéndolo. Cualquier opinión será bien recibida.

Circulos viciosos


Éste escrito, podría ser otra entrada más de aquel blog que hace dos años empecé como una bonita obligación para la asignatura de aquel profesor, del que sigo aprendiendo. Y, sigo aprendiendo, porque no es más que otra de esas personas a las que miras y, desde la inexperta visión de tu mayoría de edad, sabes que son un reflejo de lo que tú el día de mañana quisieras ser.

Aún no sé que quiero de mi vida, pero cada día tengo más claro que es lo que NO quiero de ella. No quiero en un futuro, por supuesto, ser uno más, ¿o sí? ¿De verdad, no quiero ser uno más? Quiero ser uno más si lo que ello conlleva es ser una persona natural, normal y que pueda vivir con lo justo alimentando a su familia y, sin grandes inversiones ni lujos materiales. Por otro lado, no quiero ser uno más si ello conlleva el ser otra persona más, que pasa una vida embuida en una triste rutina sin salida, totalmente monótona y absorbida por este podrido sistema subordinado a las manos de un jefe que no gasta ni unos segundos de su vida en darte una palmada en la espalda para felicitarte por perder una vida en beneficio de su empresa. ¡Qué diferente serían los grises días de muchas personas si gastáramos un poco de energía en hacerles saber lo bien que han hecho algo y lo que los necesitas en tu vida! ¡Cuántas barreras deberíamos romper!

Aún busco el motivo, por el que a mucha gente, yo el primero, nos cuesta tanto y tanto el romper esas barreras. Por eso, escribo lo que muchas veces no puedo expresar hablando. Por cierto, enlazando con lo anterior, todas aquellas personas a las que admiro, tienen por bandera la sonrisa o la dedicación a otras personas. Esas personas que te enganchan a esto de la vida en cualquier contexto al que se dediquen. Es como si esas personas hubieran llegado hasta aquí solo para hacerte ver que, a pesar de todo, hay una parte buena en esto y que ellos la han encontrado. Puede que se llame felicidad. Y, ¿cómo voy a encontrar la felicidad si aún no me he encontrado a mí mismo? Eso si, de sobra sé que no soy el mismo y que vivo en constante cambio. Como todos. Solo bastaría, seguramente, con leer algunas entradas antiguas de este blog y saber que difieren de lo que hoy escribiría. Hace unos años, escribía con la ilusión de publicar algo transcendental, algo que, la gente leyera y, por lo menos, les hiciera pensar. Hoy, solo escribo porque me apetecía vomitar algo que llevo dentro. Intento plasmar lo que pienso, a pesar de que no es fácil, seguramente esto que escribo sea muy diferente a lo que de verdad pienso. Tal vez, no encuentro esa palabra exacta. Debido a ello, me debato internamente entre publicar esta indecencia o no. Indecencia, porque seguramente, si la viera ese profesor, del que os hablé al principio, seguramente, pensaría que es el texto con el peor hilo conductor que jamás haya visto. Pero, esta vez, tampoco me molesté en ello. Solo quería deciros que esta entrada no es una más, porque en esta a diferencia de las anteriores, no sé que es de lo que os quería hablar.

1 comentarios:

Centralita Filosófica 1º Bach Hermanos Amorós. El que pone orden. dijo...

Hola Daniel, quizá este hilo conductor sea el mejor que has publicado hasta ahora, porque es el hilo conductor de tu vida y tu futuro, de tu proceso madurativo, y ese me parece el mejor motivo para escribir y reflexionar, la necesidad de "vomitar" tus inquietudes internas de forma crítica. Al fin y al cabo ese fue el espíritu con el que cree esta iniciativa de realizar blogs filosóficos (reflexivos diría más bien) y es de agradecer que al menos alguien los siga manteniendo vivos después de haber acabado la asignatura y el instituto. Se agradecen tus palabras además, m dan ánimo, porque me hacen sentir que el esfuerzo que invertí y que invierto merece la pena. Gracias :-)

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