A finales del siglo XIX la teoría atómica se circunscribía casi en exclusiva al terreno de la química. En 1895, Wilhelm Roentgen descubrió los Rayos X. La naturaleza de tal radiación era completamente desconocida. Su descubrimiento fue el primer paso para descubrir la naturaleza del átomo. En 1896, el físico francés Henri Becquerel descubrió un fenómeno más sorprendente aún cuando trataba de producir Rayos X: la radiactividad natural, es decir, radiaciones espontáneas emitidas por algunos elementos. En la misma línea, el matrimonio Curie (Pierre y Marie) consiguió aislar la fuente productora de los "rayos Becquerel", al descubrir el radio (1898), el primer elemento radiactivo, al que seguiría el polonio, bautizado así en honor de la patria de Marie Curie. En 1911, Rutherford descubrió el núcleo del átomo y construyó un nuevo modelo atómico: el modelo planetario, por su simillitud al sistema solar. De la colaboración entre Ruutherford y Frederick Soddy surgió en 1903 la primera teoría general de la radiactividad.
Nos encontramos ahora en Palomares, un 17 de enero de 1966, un avión norteamericano B52 sobrevoló el Mediterráneo y fue en busca de combustible, pero la maniobra hacia el avión nodriza falló y ambos aviones se estrellaron. Murieron siete tripulantes durante el accidente. El B52 llevaba una carga de cuatro bombas atómicas y dos de ellas liberaron su carga nuclear. Rápidamente se movilizaron hacia la zona gran cantidad de norteamericanos que buscaban las otras dos bombas que no habían llegado a explotar. También soviéticos buscaban estas dos bombas. Recordar que en 1966 estábamos en plena Guerra Fría y EEUU no podía permitirse que los soviéticos tomaran esas dos bombas estadounidenses. A partir de este momento comenzó un movimiento de encubrimiento de la contaminación que realmente existía en el lugar. Por unos motivos u otros a EEUU no le interesaba que se supiera del peligro real de este accidente. Los vecinos de Palomares vivían en la intranquilidad de no saber realmente el alcance de estas explosiones nucleares.Más que conocida es la imagen de Fraga y el embajador estadounidense bañándose en la playa de Palomares para hacer ver al mundo que no existía ningún peligro allí.
No sería hasta 2009 cuando se realizaría un estudio serio, aunque realmente los vecinos de Palomares continúan sin saber si corren peligro. Lo que si se sabe es que hay un nivel de radiación que 45 años después continúa presente. Esta radiación se encuentra en la superficie terrestre y en las profundidades. Muchos fueron los vecinos que en su día se marcharon por miedo a las consecuencias. Por suerte, podemos decir que las otras dos bombas que iban en el avión norteamericano no llegaron a explotar ya que ahí si que podría haber sido una catástrofe gigantesca y haber sido miles los fallecidos por ella.
Esto hace plantearse a muchos si realmente merece la pena utilizar este tipo de energías que pueden llegar a ser tan peligrosas. El accidente de Palomares es tan solo un ejemplo de los muchos problemas que se han dado en la historia con artefactos nucleares ya sea en centrales como Chernobil o la actual Fukushima o por bombas atómicas nucleares lanzadas por los estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, Hiroshima y Nagasaki, que aún continúan sufriendo las consecuencias de la radioactividad. Y es que, no solo la energía nuclear es llevada para buenos fines si no que también es utilizada para destruir. Estas bombas de Hiroshima y Nagasaki hasta ahora han sido las de mayor impacto en la historia de la humanidad. Las que más muertos dejaron a su paso y las que más tiempo siguen haciendo daño. Han sido muchas las generaciones de recién nacidos allí que han salido con deformaciones por la alta radioactividad que deambula en la zona.
Posiblemente, bueno, casi con total seguridad podríamos decir que son más las desventajas que las ventajas de la utilización de la energía nuclear. Además de que es muy peligrosa, su eliminación completa consta de muchísimos años por lo que convivimos con desechos nucleares que elevan los niveles de toxicidad a los que estamos expuestos. Pero, ¿es posible sustituir esta forma de energía? Es cierto que se están dando pasos para que sean sustituidas por energías mucho más limpias, pero aun estamos lejos de que se sustituya completamente y estaríamos prácticamente hablando de una utopía el que desaparezca esta forma de energía.A nosotros solo nos queda esperar que no se vuelva a utilizar este tipo de energía, por lo menos, con fines bélicos ya que el problema real de la energía nuclear es que todavía existe un gran desconocimiento acerca de como se comportan las radiaciones y de cómo combatirlas y son muchas las personas que pierden la vida cada vez que una de las Centrales Nucleares falla o cuando se han lanzado las bombas con tecnología nuclear. Os dejo con un frangmento de la carta que Albert Einstein escribió al entonces presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt el 2 de agosto de 1939 hablándole sobre las aplicaciones bélicas de aquella nueva energía...
"Trabajos reciente de E. Ferni y L. Szilard me hacen esperar que el elemento uranio pueda convertirse en una nueva e importante fuente de energía en el futuro inmediato. En el curso de los cuatro últimos meses se ha hecho probable que pueda ser posible establecer una reacción nuclear en cadena en una gran masa de uranio. Este nuevo fenómeno conduciría también a la construcción de bombas y es concebible que de esta manera se puedan construir bombas de un nuevo tipo extremadamente poderosas. En vista de esta situación, acaso pueda considerar aconsejable que exista algún contacto permanente entre la Administración y el grupo de físicos que trabajan en reacciones en cadena en Estados Unidos. "
0 comentarios:
Publicar un comentario