El don de la duda

Ayer, volví a escuchar una bonita canción de Joaquín Sabina en la que hace referencia a la muerte y aquello que le gustaría dejar a sus personas más queridas.. Entre todas las frases, se me quedaron grabados estos versos que me gustarían destacar:

Para que mis allegados, condenados
a un ingrato futuro,
no sufran lo que he sufrido, he decidido
no dejarles ni un duro,
sólo derechos de amor,
un siete en el corazón y un mar de dudas.

Lo primero que destaco es la versión pesimista de la vida que tiene Sabina. Ve a sus allegados "condenados a un ingrato futuro". No pueden hacer nada para cambiar el futuro que les espera, habla de su futuro como si ya lo tuvieran escrito, nos habla del destino y nos deja ver entre lineas que Sabina cree en el destino. También dice que no les dejará nada de dinero, oponiéndose así a los valores materiales ya que piensa que solo les traerán problemas "no sufran lo que he sufrido, he decidido no dejarles ni un duro". Habla desde la experiencia, él ha tenido numerosos problemas por el hecho de ver el dinero como un fin y no como un medio, que es realmente lo que es, y también problemas por haber gastado el dinero en cosas que a largo plazo no le han sido beneficiosas. Después nos habla, aquí para mi lo más importante de que les dejará "un mar de dudas". Aquí es donde le está dando la mayor de las libertades a sus queridos. Les está dando la capacidad de dudar de todo aquello que vean y hacerse preguntas sobre todo lo que les rodea.


La filosofía, al fin y al cabo, podríamos decir que se basa en hacerse una serie de preguntas casi siempre difíciles de responder y que para ser respondidas requieren un gran esfuerzo. Pero más que en hacerse una serie de preguntas la filosofía se basa en tener una actitud de cuestionamiento ante la vida, el tener siempre, "un mar de dudas".